En la industria alimentaria, la seguridad de los alimentos es primordial. Asegurar su manipulación y producción segura y de alta calidad depende de la protección adecuada de los trabajadores.
La industria alimentaria es un campo en el que la seguridad y la higiene son fundamentales. Es crucial prevenir la contaminación y proteger a los trabajadores de riesgos potenciales. Según la Organización Mundial de la Salud, las personas que trabajan en la manipulación de alimentos deben tener los conocimientos adecuados para evitar las enfermedades transmitidas por los mismos. Esto incluye a todas aquellas personas que tratan de manera directa cualquier tipo de alimento, ya sea envasado o no, además de quienes tocan aquellas superficies y utensilios que están en contacto constante con los alimentos. Por ello, el uso de los equipos de protección personal para su manipulación es totalmente obligatorio.
La industria alimentaria abarca la producción, procesamiento, distribución y venta de alimentos. Esto incluye desde la agricultura, ganadería, pesca y acuicultura hasta la fabricación de alimentos procesados, productos cárnicos, lácteos, panadería, pastelería, y bebidas. Además, abarca la distribución y venta, así como la preparación de alimentos en restaurantes, hoteles, entre otros.
Las regulaciones y las normativas se centran en evitar la contaminación de alimentos y garantizar la seguridad de los productos. Esto se logra mediante el cumplimiento de regulaciones de la FDA en los Estados Unidos y el Reglamento CE en la Unión Europea, que establecen requisitos para materiales en contacto con alimentos. La norma ISO 22000 regula la gestión de la inocuidad de los alimentos en la industria y las empresas deben cumplir con las Buenas Prácticas de Fabricación (BPF).
Asimismo, los trabajadores pueden estar expuestos a riesgos como cortes, quemaduras, exposición a productos químicos, caídas, entre otros. Los EPP ayudan a prevenir lesiones y enfermedades ocupacionales, minimizan estas amenazas y reducen el riesgo de accidentes. Conoce estos riesgos y cómo prevenirlos:
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Protección de manos y brazos: Los trabajadores en la industria alimentaria manejan objetos afilados, herramientas y maquinaria que pueden causar cortes y heridas. El uso de guantes y mangas protectoras previene lesiones por cortaduras y evita la contaminación de los alimentos. Para estos fines, se pueden usar los guantes resistentes al corte como los Hyflex 74-301 de Ansell y los guantes de malla GU-500 de Saft Gard. Además, se recomienda el uso de mangas resistentes al corte como la G60 de Kimberly Clark o la Hyflex 11-250 de Ansell.Asimismo, existe exposición de las manos a temperaturas variables, tales como fuentes de calor (hornos, sustancias calientes) y manejo de frigoríficos. Su prevención implica el uso de guantes resistentes al calor como los ActivArmr 42-474 de Ansell que resiste hasta temperaturas de 250°C. y el uso de guantes de protección a bajas temperaturas como los Activarmr 80-400 de Ansell.También, pueden estar en contacto con productos químicos, lo que aumenta el riesgo de alergias, irritación y lesiones en las manos. Los guantes resistentes a químicos como los Alphatec 58-735 de Ansell o los 707D de Showa son esenciales para proteger contra sustancias corrosivas.
- Protección de pies: En áreas de la industria alimentaria propensas a derrames de líquidos, los trabajadores pueden sufrir resbalones y caídas, lo que puede causar lesiones graves. Se utiliza el calzado impermeable con suela antideslizante que reduce el riesgo de resbalones y caídas. Por ejemplo, las botas Safety Food Industry y las botas Safety Food Industry Thermal de Workman. Para uso en almacenes se podrían utilizar los botines de seguridad Econoline Strong de Tecseg.
- Protección facial y visual: En la manipulación de alimentos y la limpieza, los trabajadores pueden estar expuestos a salpicaduras de líquidos, productos químicos o partículas. Esto puede poner en peligro sus ojos y cara. El uso de lentes de protección evitan lesiones en los ojos y protegen de salpicaduras y partículas que puedan causar daño. Por ejemplo, los lentes goggle gear 500 de 3M o la monogafa Hydroblast de MCR Safety.
- Protección de orejas: En las áreas que involucran maquinaria ruidosa, los trabajadores están expuestos a niveles de ruido que pueden dañar su audición a largo plazo. El uso de protectores auditivos como los tapones Softies 6650 de Moldex y las orejeras adaptables a casco Peltor H9P3E de 3M previenen estas lesiones.
- Protección de cabeza: En entornos donde hay objetos pesados o maquinaria en movimiento, existe el riesgo de lesiones en la cabeza debido a caídas verticales o golpes. El uso de cascos o gorras resistentes a impactos reduce el riesgo de lesiones graves en la cabeza. Por ejemplo, la gorra antigolpes Air Coltan de Delta Plus y el casco tipo jockey S61 de Bullard.
- Protección respiratoria: En las tareas de limpieza hay riesgos de vapores químicos, partículas suspendidas en el aire y microorganismos patógenos. Se pueden usar respiradores como el respirador con válvula N95 8511 de 3M o el respirador N95 4800 de Moldex.
- Protección de piel: El uso de trajes de protección actúan como una barrera efectiva para prevenir la contaminación cruzada de microorganismos y contaminantes desde la ropa o piel de los trabajadores a los alimentos. Además, protegen a los empleados de posibles riesgos químicos y mantienen los estándares de higiene. Se puede utilizar el traje de protección laminado Alphatec 2000 de Ansell.
El uso del equipo de protección personal en la industria alimentaria refuerza la importancia de la seguridad en el lugar de trabajo y crea una cultura de seguridad donde los trabajadores están conscientes de los riesgos y toman medidas para protegerse a sí mismos y a los demás. Además, es esencial para garantizar la seguridad de los trabajadores y la calidad de los alimentos, protegiendo la salud de los consumidores y cumpliendo con las regulaciones de seguridad alimentaria.
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